El corazón late al reconocerlo.Sólo se escucha en los oídos el propio corazón. Cuando éste se presenta completamente desnudo, no es comunicación, es sumisión. Además, nosotros no fuimos hechos sino para el pequeño silencio.Si no se tiene valor, que no se entre.
Un insoluble por otro. Uno al lado del otro...
La ayuda bendita de un tercer elemento, la luz de la aurora.
Y cuando mas de vos?
Entre una carcajada fantasmagórica y otra. Después de una palabra dicha. A veces, en el mismo corazón de la palabra. Los oídos se asombran, la mirada se desvanece: helo ahí. Y desde entonces, él es fantasma.
ph: Coronado-Mon